domingo, 28 de septiembre de 2008

Demasiado tarde

Frecuentemente, vemos objetivos deshacerse porque "ya es tarde" para acometerlos.

Vemos que ha pasado el tiempo. Descartamos que quizá no sea tan tarde para emprender un nuevo proyecto o acción.

A veces es tarde. Aunque no siempre.

A veces. Pero no.

jueves, 25 de septiembre de 2008

La mujer que lo contó todo

Estas líneas son de un relato mío sin terminar. Por si no llegara a publicarse (o tardara años en hacerlo), copio un fragmento para compartir con los lectores de este blog.

Alguien le dijo que no existía. Entonces, a la mañana siguiente se dio cuenta de que era verdad. ¿Dónde había estado todo este tiempo? Lo único importante ahora era recuperar su existencia. Pese a que aceptó esta circunstancia sin más, era extraño que hasta aquel momento ninguna otra persona le hubiera advertido de ello. Una letanía de recuerdos del pasado todavía le mantenían absorta de cómo pudo haber vivido tantos años sin existir. Pero, a la vez, al pensarlo hondamente, le daba risa. Las cosas que no existen también tienen su peso sobre nosotros, como los muertos, se decía. Las cosas que no existen, inequívocamente, también nos atraen.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Atrapados en el asfalto

Obligados o a propia voluntad, salimos a la calle todos los días. Desde que nacemos y, aunque no lo recordemos, los primeros paseos en carrito cuando éramos bebés.

Al año, ya estamos autorizados para caminar sobre él, sobre el asfalto. Pisamos la cera, cemento y arena, y caminamos. Vamos al cole y vamos a casa y vamos a la iglesia y vamos al instituto y vamos al cine y vamos a la estación del tren y vamos a trabajar y vamos a casa. Y nos hacemos grandes y seguimos poniendo día tras día nuestros pies sobre el asfalto.

Dando pequeños golpes sobre el suelo con su bastón, a cada paso, un abuelo pasea lentamente. Baja un bordillo y sin darse cuenta ya ha quedado atrapado, enganchado en las garras del asfalto, o lo que es peor, de la indiferencia de los que pasan por su lado y no dicen nada o claman la burla.

Nadie levantará un socavón para rescatarle. ¿Para qué? Mejor ocultarlo, dejar que se hunda en el asfalto hasta que desaparezca él, el problema. Después habrá que arreglar el daño causado sobre el terreno. Suerte que el gasto de taparlo será mínimo.

Ésta no es una historia para no dormir, como la calificó Chicho Ibáñez Serrador. No hay terror. Sí es una historia para estar despierto, para que aquella representación en blanco y negro de los años 60 no nos deje indiferentes ante otras noticias del día que sí nos causan horror.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Estoy a un click de ti

Si lees este blog muy probablemente conoces a la autora. O quizás no... A lo mejor conoces a alguien que conoce a la autora. O a alguien que conoce a alguien que conoce a la autora. Y así hasta seis veces.

Escuché hace tres o cuatro años por primera vez la idea teórica de los seis grados de separación... Todas las personas del mundo están interconectadas. Entre Penélope Cruz, Hugo Chávez o Stephen W. Hawking y cada uno de nosotros no hay más de seis clicks. Dicho de este modo, parece que no haya tanta distancia entre nosotros y el mundo en particular. Nada de lo que oímos por televisión o por cualquier otro medio, por tanto, debería resultarnos tan ajeno.

Ahora bien, la red de conexión de amigos por internet, llamada Facebook, útil para compartir fotografías, recuperar antiguos contactos y en auge de usuarios, invita a unirse a un experimento: ¿Estamos realmente tan cerca?

Y esta noche o mañana tal vez conozcas a alguien que -tú inconscientemente no sabes pero- está a seis grados de ti. Pero también es posible que nunca llegues a conocer a alguien que está a solo dos grados.

La curiosidad es solo la teoría, no la práctica.

lunes, 8 de septiembre de 2008

El árbol rojo

Una de las hojas rojas del árbol pasa inadvertida en todo el relato de Shaun Tan, El Árbol Rojo. La niña protagonista no se da cuenta de ella pero la hoja vuela de lugares escondidos a otros visibles. ¿Por qué? ¿Qué representa la hoja del árbol que está por crecer?

Para leer este cuento de adultos es altamente recomendable fijarse en todo detalle gráfico. Dedicar el tiempo de lectura a cada espacio visual. Sólo entonces se percibe el estado de ánimo de la pequeña pelirroja desde que comienza el día hasta que se va a dormir. Sólo así se ve cuánto de realidad hay en cada llama imaginativa plasmada viñeta a viñeta.

El libro, que algunos acusan su aspecto depresivo y moralizante, es de aquellos que -como El Principito- pueden dar un significado u otro dependiendo del momento que se atraviesa en la vida. Aunque la interpretación de cada frase e imagen es bastante precisa y todos aceptaríamos por igual.

El dibujo de los aviones y todo bañado de rojo es uno que me ha llamado fuertemente la atención. Y la frase, aquella que dice: "A veces no tienes ni idea de lo que tienes que hacer". Porque es verdad.

  • Mi edición de El Árbol Rojo es en catalán, año 2007, formato de revista y tapa dura
  • En 2002, este libro obtuvo diferentes galardones. Entre ellos, el CBC Picture Book of the Year Honour Book Award